El recorrido de esta ruta discurre por uno de los parajes más recónditos de la Comarca Entreparques, adentrándonos en el Valle de Valtriguero y en el Barranco de “Las Galalleras”.Desde el punto de vista geológico, recorreremos el cierre de un pliegue cóncavo cuyo núcleo ha sido completamente desmantelado (anticlinal desventrado o combe) tras millones de años en el que los agentes erosivos y la tectónica han contribuido a su destrucción.
Gran parte de la ruta discurre por una gran fractura de dirección SE-NW que se nos presenta como un barranco cuyo fondo es cerrado y umbroso. El barranco queda flanqueado a ambos lados por sierras y serratas cuarcíticas cuyas laderas se encuentran tapizadas por depósitos de derrubio cubiertos en la actualidad por densas manchas de montes de encinas, alcornoques y quejigos. El trayecto de ida culmina en un espectacular robledal de fondo de vaguada en la Garganta de los Membrillos, en donde podemos contemplar la ilustre figura de un viejo roble centenario.
Pero sin lugar a dudas el tramo más impresionante de la ruta lo constituye el Barranco de las Galalleras, donde penetraremos en un bosquete que nos evoca a las selvas tropicales, dominando elementos florísticos subtropicales como el Madroño Arbutus unedo, el Durillo Viburnum tinus, el brezo castellano Erica arborea y numerosas especies de helechos. Junto a ellos y, paradójicamente, aparecen taxones botánicos propios de climas atlánticos entre los que destacan por su belleza el Mostajo Sorbus torminalis y el Arce de Montpellier Acer monspessulanum, junto a robles de hojas marcescentes (Quercus pyrenaica). Por si esto fuera poco, en algunos remansos de agua aparecen escasos ejemplares de Nenúfar amarillo Nuphar luteum, con lo que el interés biogeográfico de este enclave es excepcional en la comarca.